Toda tecnología implica una extensión de alguna parte del cuerpo humano.
Tal como advirtió Marshall Mcluhan hace tres décadas, los progresos tecnológicos habidos en el aula campo de las telecomunicaciones, y de la información, superan en extensión y hondura los cambios originados por las invenciones y descubrimientos mencionados.
estas tecnologías constituyen una prolongación de nuestro sistema nervioso central, de nuestro propio "yo fisiológico".
partiremos del supuesto conforme al cual la relación de las tecnología como lo político, lo económico, lo social, y lo cultural es dialéctica e interdependiente, puede reconocer un cierto modo de subordinación de aquellas a estos ámbitos u ordenes.
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